Un estudio vaticina un incremento del consumo de vino en la era postcovid
La consultora Wine Intelligence encuentra un patrón en varios mercados internacionales donde aumenta el consumo de vino en ocasiones menos habituales
Los últimos datos del informe sobre el seguimiento COVID-19 elaborado por Wine Intelligence sugieren que la tendencia de los consumidores a beber vino fuera de las comidas va ganando fuerza. Se trata de una tendencia que se inició y fue observada por la consultora por primera vez en el punto álgido del confinamiento y contrastada con datos de julio de este año.
Según un reciente artículo de Lulie Halstead, cofundadora y CEO de la firma británica, se comienzan a ver algunos patrones de comportamiento en los últimos seis meses que podrían ayudar a la industria del vino a comprender cómo ha cambiado el gusto de los consumidores a nivel global.
Irónicamente, la primera de las tendencias es que no hay mucho cambio en los comportamientos de los consumidores. Según Halsted, los consumidores de los principales mercados mundiales han mantenido los hábitos de consumo y socialización, incluso cuando el confinamiento restringe las actividades normales, tal y como se comprobó con el auge en el uso de plataformas de vídeoconferencia para socializar o el incremento del ecommerce para seguir comprando vino.
Sin embargo, y para sorpresa del equipo de Wine Intelligence, tal y como relata Lulie Halstead, algunos patrones fueron sorprendentes y no esperados. Uno de ellos es el cambio en los dos momentos de mayor consumo de vino: la copa al final del día y la copa de vino con la comida informal en casa. Cabe aclarar que con “la copa al final de día” la consultora hace referencia en realidad al consumo fuera de comida/cena.
El gráfico a continuación muestra el cambio recordado en la frecuencia del consumo de vino en cada una de estas dos ocasiones en siete mercados de consumo clave. La línea punteada indica el cambio recordado en el consumo en marzo-abril y la línea continua es la misma respuesta en julio. Ambos son puntajes indexados basados en una respuesta de escala clásica de cinco puntos (beber mucho más en esta ocasión hasta beber mucho menos), con el tamaño de la flecha hacia arriba o hacia abajo proporcional al cambio neto registrado.
En el punto álgido del confinamiento, en marzo y abril, todos los mercados excepto uno registraron un aumento en beber en casa sin comida; De manera similar, todos los mercados excepto uno vieron una caída en el consumo de vino con una comida. La interpretación de WI de esto es que, como la mayoría de las personas estaban en casa durante todo el día, la rutina tradicional de tomar una copa solo con la comida probablemente se vio alterada, por otros momentos como ver la televisión.
Sin embargo, si avanzamos hasta julio (líneas continuas), vemos un cambio de hábitos. Las caídas de tomar vino con comida se ha revertido o al menos se ha moderado en la mayoría de los mercados (China muestra el mayor cambio). Pero no se compensa con una caída del otro lado (consumo al final del día, o sin comida) sino todo lo contrario, el consumo de vino en casa sin comida continúa aumentando.
Wine Intelligence no explica este extraño comportamiento, sin embargo prometen un nuevo estudio a finales de este mes de septiembre en el que revelarán más información. Mientras tanto, la consultora recoge con optimismo estos datos que califica de “creciente oportunidad para el vino como bebida en ocasiones no relacionadas con la comida”, y sugieren que el vino podría estar tomando cada vez más participación de mercado de otras categorías.
Fuente: www.vinetur.com