Los recomendados del mes
Aresti, Trisquel, Gran Reserva Syrah 2014, Maipo
Menos, es más y Aresti nos encanta con este oscuro y púrpura Syrah. Cálido en boca y más vivo que nunca, este 2014 entrega frutos negros tipo ciruela sobremadurada y cerezones. Brilla por sí sola y no solo Syrah está repleto de sabor, sino que es uno de los vinos tintos más versátiles y combinables que hay. Tiene una acidez bien balanceada y retrogusto agradable. Para esas tardes relajadas viendo Netflix, una copita con un trozo de queso maduro es más que una buena idea.
Apaltagua, Signature, Cabernet Sauvignon 2015, Maipo
Toma de este jugo de parra al final de ese día eterno de trabajo para así dejar ir todo el stress ¡Lo agradecerás! Un Cabernet con sabores que reflejan el calor de Pirque, ubicado a los pies de la cordillera, y que se impone en boca con audacia, marca presencia y cura todos tus males. Tiene esa nota rica mentolada típica de la cepa, y permanece en boca como una estela bañando todo. Tiene tremendo cuerpo; y si puedes, maridar con el emblema nacional: un churrasco hecho en casa.
De Martino, Single Vineyard Alto de Piedra Carmenere 2015 Maipo
Una vez en copa, te lo tomas con tus ojos. Es una de nuestras cepas clásicas que al venir de un viñedo pequeño muy específico en Isla Maipo, de clima cálido, permite el desarrollo de aromas concentrados a frutos negros como el morón e higos maduros. Con una personalidad suavizada, es un vino ideal para tomar en buena compañía. No esperes el fin de semana para abrirlo, disfrutar una copita en casa en la tarde cuando bajan las temperaturas en este mes que va en camino hacia la transición de invierno primavera.
Chocalan, Vitrum, Blend 2014, Maipo. (57% CS, 14%SY, 9%CAR, 8%MAL, 6%CF, 6%PV)
Seis joyitas del Maipo fusionadas entre ellas expresando lo mejor de este valle caluroso. Es un renacer de placer al probar este ensamblaje, el cual tiene como base al Cabernet Sauvignon que, si bien entrega la mayor estructura, se deja acariciar por sus acompañantes dando paso en boca a un festival de fruta negra madura, tabaco, animal y madurez como un don. Está muy bien hecho, y los más experimentados apreciarán su elegancia en el prolongado retrogusto, perfecto para acompañar una cena entre amigos el fin de semana.