Descifrando etiquetas de vinos chilenos
Elegir una botella de vino puede ser una tarea abrumadora, sobre todo cuando no somos expertos. Enfrentarnos a una estantería del supermercado o de alguna tienda de vino ya sea física o virtual es todo un desafío; miramos la etiqueta, analizamos la botella por todos lados, leemos la poesía que trae la contraetiqueta, y tratando de entender qué significa cada cosa, terminamos decantando nuestra opción de acuerdo con el precio y atractivo de la botella. No se preocupen, no están solos, ya que la mayoría de las personas hacen lo mismo, por eso te entregaremos un par de tips para elegir un vino entendiendo lo que dice la etiqueta y por ende el estilo de vino que es, porqué uno es más caro que otro o qué lo hace tan especial, así el momento de compra será más entretenida y a conciencia.
Veamos los conceptos básicos de una etiqueta en una botella de vino chileno. Vamos a encontrar por lo general 5 aspectos claves:
Nombre del viñedo: es quien hace el vino; por ejemplo: Concha y Toro, Viu Manent etc.
Nombre de fantasía y/o categoría: aquí nos encontramos con diferentes opciones, el vino a veces tiene un nombre creado por la viña para distinguirlo de otros vinos que la misma viña elabora. Son vinos de la misma casa, pero diferentes categorías, por ejemplo: “Casillero del Diablo” y “Márquez de Casa Concha” son nombres de fantasía que pertenecen a la viña Concha y Toro. Son diferentes líneas de vinos, con diferentes estilos y precios.
En la etiqueta también podemos encontrar menciones acerca de la calidad del vino según lo describe la Ley, como lo es por ejemplo reserva y gran reserva. ¿qué significa cada uno y en qué se diferencian además del precio? En Chile según la Ley de alcoholes, obtenemos la siguiente información:
Reserva: “Mención reservada para vinos, que tienen una graduación alcohólica de al menos 0,5 grado superior al mínimo legal, constituyendo un producto de características organolépticas distintivas y propias, que podrá ser objeto de tratamiento con madera”. En resumen, es cualquier vino que pudo o no haber tenido contacto con madera, pero la ley no especifica el tipo de madera ni el formato.
Por otro lado, el Gran Reserva dice:” Mención reservada para vinos, que tienen una graduación alcohólica de al menos 1 grado superior al mínimo legal, constituyendo un producto de características organolépticas distintivas y propias, que ha sido objeto de tratamiento con madera” Difiere de un reserva en que sí debe tener contacto con madera, aunque nuevamente no especifica el tipo ni el formato.
Podemos deducir que no necesariamente un reserva es inferior a un gran reserva, sino que son diferentes, y los reservas por lo general tienden a ser más fresquitos y de consumo inmediato.
Otra mención que puede aparecer en la etiqueta es Single Vineyard, esto hace alusión a un vino que se elaboró con uvas cosechadas de un sector muy específico en el viñedo, son uvas que crecieron y maduraron de una manera excepcional y destacaron por sobre el resto del lugar. Son vinos de producción limitada, y por lo general el precio será un poco más alto.
Existe otra categoría de vinos al cual llamamos Iconos. La palabra como tal no sale escrita en la etiqueta. Los vinos íconos son aquellos que están en el eslabón más alto del portafolio del viñedo, y son por lo general los más caros, que parte desde los $50.000 aproximadamente. Un ícono es un vino que sobresale, ya que se crea por un motivo especial de la viña. Pueden ser en honor al fundador o a los dueños actuales, alguna colaboración con otro viñedo importante, y así cualquier hito que la viña considere sustancial y represente el espíritu del lugar y la calidad de la fruta. No todos los años se hacen vinos iconos, solo cuando la cosecha ha sido superior, además son vinos para ocasiones especiales y con un tremendo potencial de guarda.
Variedad/es del vino: La etiqueta puede indicar una o más variedades, por ejemplo: Merlot, Carmenere, Sauvignon Blanc etc. Cuando el vino está compuesto por una sola variedad nos referimos a él como varietal, o mono-varietal. El nombre varietal proviene a partir de la variedad de uva con la cual el vino fue elaborado. En Chile cuando vemos escrito una sola variedad en la etiqueta, según la Ley, significa que al menos un 75% de ese vino contiene aquella variedad. Cuando no hay información de las uvas usadas, es probable que sea una mezcla de uvas, también llamado ensamblaje.
Año: también le llaman cosecha, y se refiere al año en que se sacó la uva de la vid. Es importante conocer el año ya que nos dará una idea del vino. Mientras más nuevo/joven, más fresco será en el caso de los blancos, y más intenso en el caso de los tintos. Un vino joven por lo general es aquellos que fluctúan entre 1 a 6 años desde su cosecha. No significa que sea malo o bueno, simplemente es un indicador, así como la fecha de nacimiento.
Denominación de origen: Generalmente figura por las letras D.O. en la etiqueta y se refiere al lugar geográfico, o valle, en donde crecieron y cosecharon las uvas. Para escribir la denominación de origen o valle en la etiqueta, la Ley dice que al menos el 75% de las uvas que conforman el vino embotellado debe provenir efectivamente de ese lugar. Al leer el valle en la etiqueta podemos obtener varias pistas del sabor y aroma del vino, por ejemplo: si es un vino de la costa como Casablanca, podemos deducir que es un vino fresco, mineral y liviano, con aromas bien pronunciados, características que se producen por la cercanía al Océano Pacífico; por otro lado, si leemos un valle más cercano a la cordillera como lo sería Maipo, es probable que el vino tenga un perfil más cálido, intenso y con taninos poderosos.
Hay etiquetas que no dicen el nombre del valle específico, por ejemplo, cuando dice solo “valle central”: el valle central está compuesto por varias regiones, desde Maipo hasta Maule. Así, un vino del valle central puede que esté hecho con uvas de todas las regiones que componen ese tramo, por ende, un vino con características más generales, y masivo. No significa que sea de menor calidad o mejor, por lo general si es más económico, y tienden a ser vinos de consumo diario por lo sencillo y frutal.
Hay muchas más menciones que pueden figurar en una botella de vino, por ejemplo: si es orgánico y/o biodinámico, sellos certificadores, vino natural, reserva especial, o edición limitada, y palabras o frases en inglés que se usan principalmente como una estrategia de marketing. A veces también la etiqueta no dice nada, y solo sale una imagen, generalmente son los vinos más caros.
Cada etiqueta es un mundo, y conociendo los detalles y su significado podremos elegir un vino con más certeza y hacernos una idea sin siquiera haberlo probado. Ahora, la manera de elegir un vino, además del presupuesto, es pensar bien qué queremos beber; ¿blanco, tinto, costero fresquito, o algo más poderoso de valles calurosos? ¿Es un regalo para compartir en la terraza con los amigos o para una cena íntima especial? ¡Ahora que ya son expertos a elegir esa botellita y Salú!
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