Bajo el mar

Vivimos content@s aunque no seamos sirenas, porque la humanidad nos ha regalado una forma única de felicidad: la cerveza. 

En esta curiosidad se unen dos favoritos de HelloWine, el mar y la chela. Pero no precisamente para mantenerla fría, como todos alguna vez lo han hecho en una junta playera. En este caso, hablamos de un descubrimiento que promete innovar el mundo cervecero. 

Partamos por el principio, como debe ser. El hallazgo histórico del que hablaremos tiene un elemento principal: la levadura. Y, como somos curiosos, explicamos a grandes rasgos la relevancia de esta para la producción de cerveza. La levadura es el componente activo que convierte los azúcares, presentes en la mezcla, en alcohol. También, de esta transformación, resultan subproductos que dotan de un sabor especial a las espumosas. Ahora, lo interesante es que existen muchas cepas distintas de levadura y que, cada una de ellas, ofrece perfiles de sabor y aroma diferentes en la chela.

Ahora se entiende la relación cerveza—levadura, pero ¿qué tiene que ver el mar?

En un trabajo de buceo y rescate de productos perdidos en naufragios, Hickman, buzo experto en estas labores, se encontró con el Wallachia, un barco que data hace más de 100 años y viajaba por las costas de Escocia antes de ser chocado y hundido. Este barco se encontraba en condiciones propias del tráfico de las corrientes y los animales marinos, pero en sus bodegas guardaba un secreto: cervezas embotelladas en condiciones casi perfectas de manufacturación artesanal y con ingredientes de época. 

Al verse con este tesoro entre sus manos, Hickman fue directo a laboratorios para que el brebaje sea estudiado y obtener información de sus compuestos y fórmulas. Afortunadamente, las condiciones de metros bajo el mar permitieron que la conservación fuera más llevadera, sin embargo, la presión marítima y su contraste con la superficie causó que varias botellas reventaran.

¿Qué descubrieron los científicos?

Al analizar las cervezas, que de más está decir ya no podían ser consumidas, se percataron de la presencia de una cepa de levadura que se creía extinta y completamente inexistente en la producción de chelas en el último siglo. 

Es decir, un factor nuevo, lleno de posibilidades, para la creación de sabores, aromas y experiencias chelísticas. 

Como se repiten las modas, se repiten los ingredientes y siempre es bueno mirar al pasado en busca de inspiración. Ahora nos queda esperar las primeras producciones de cerveza con esta levadura centenaria y disfrutar. Salú!

Bajo el mar