¿Vino o cerveza?
Es una de las preguntas más habituales que nos hacen en el restaurant o en el bar, pero la verdad es que ambas se complementan en una comida. Una cerveza puede ser un gran aperitivo y el vino convertirse en el factor principal de maridaje en la cena o almuerzo.
Cada vez hay más cervezas gourmet, esas que acompañan perfectamente la comida, ya sea por su carácter o por el estilo, capaces de soportar un plato condimentado o con salsas fuertes. Sin embargo, si volvemos a la clásica lager, es una cerveza para apagar la sed, refresca y da paso al plato de fondo.
Las últimas estadísticas en torno al consumo de alcohol en Chile, dicen que en nuestro país se beben 1099 millones de litros por año y la cerveza encabeza este ranking con 43,7 litros per cápita, seguido del vino con apenas 13,4 litros y el pisco con 1,6 litros.
Si bien las cervezas artesanales se han ganado aplausos de consumidores nacionales, todavía su participación de mercado es menor. Su gran aporte ha sido darle diversidad y dinamismo a un mundo de sabores que prácticamente no tiene límites. Bares y tiendas especializadas tienen cartas cada vez más amplias.
¿Qué pasa en el caso de los maridajes? Hay combinaciones adecuadas para un mismo plato, por ejemplo. Una empanada de pino se lleva bien con las Pale Ale, menos dulces ya que usan menos malta caramelizada. En el caso del vino el País y el Pipeño se han encargado de equilibrar los sabres de ese tipo de empanadas. Incluso el Carignan.
El Valle de Elqui es una de las zonas agrícolas más prodigiosas del norte. Ahí se producen los mejores piscos y también se elaboran vinos, aprovechando suelos y climas únicos. Desde ahí viene también Guayacán, por ejemplo. Las particularidades de su agua y sus recetas están marcadas por la suavidad en términos de tostado y amargor. La Pale Ale se muestra como gran comparsa para un costillar de cerdo picante. Muchas amber ale combinan con cortes de cerdo a la parrilla.
Para el asado, también hay bastantes tintos donde regodearse. Ya sabemos del Cabernet Sauvignon, pero están, además, el Carignan, el Syrah y el Malbec. Ya saben, no es una mala idea comprarse una botellitas de cervezas artesanales para empezar el almuerzo relajado del fin de semana y eso seguro es un gran complemento para los próximos vinos. ¡Salú!