Viñedos que marcan el origen de sus vinos
¿De qué hablan productores y enólogos cuando se refieren a un sentido de lugar y origen? La frase se ha vuelto bastante particular en entrevistas y artículos relacionados con el vino. Para algunos conseguir que el vino exprese el lugar de donde viene, el entorno donde crecen las parras, es una de las mayores satisfacciones enológicas, más de allá de un gran puntaje o calificación en revistas especializadas.
En la búsqueda por lograr ese sentido de origen, hay lugares que entregan grandes cualidades, algunos de ellos ampliando los horizontes a lugares donde nadie había siquiera pensado en plantar una parra vinífera. La suma de terroir + clima se conjugan para dar vinos únicos.
Alcohuaz-Valle de Elqui
Internándose en el valle, pasando Pisco Elqui, está Alcohuaz. Rodeado de montañas que se clavan verticalmente en el suelo, aparecen las 18 hectáreas de Viñedos de Alcohuaz, un proyecto que desde sus primeras cosechas fue reconocido como innovador. 300 días soleados al año, amplitud térmica y radiación solar, son algunos de los factores que le dan un carácter único a estos vinos.
Puelo-Patagonia
Es el viñedo en producción más austral de Chile. Por el momento solo ha salido al mercado un Pinot Noir (Viñedos Villaseñor), pero es probable que una cepa como el Riesling que viene de climas fríos y lluviosos, como en algunas zonas de Alemania, tenga grandes resultados. En medio de un paisaje rodeado de bosques, sorprende este lugar, ubicado 1.100 kilómetros al sur de Santiago.
Aconcagua-Costa
Desde este lugar proviene una de los Chardonnay mejor logrados en Chile: Errázuriz Aconcagua Costa Las Pizarras, un vino fresco, tenso, mineral y equilibrado, de una zona que su enólogo Francisco Baettig ha estudiado con mucho detalle. Uno de los grandes aciertos de Errázuriz en los últimos años. La propiedad tiene algunos lotes con gran cantidad de Pizarra, bloques muy buenos que entregan mineralidad al vino.
Perquenco, Araucanía
Perquenco está a 50 kilómetros de Temuco, la ciudad más importante en la zona de la Araucanía. Ahí, donde la mayoría de los campos están plantados con trigo, una pequeña loma en la parte alta del fundo Las Gredas, propiedad de Victoria Petermann, hay plantadas apenas una par de hectáreas de Chardonnay. Una zona compleja por las heladas primaverales, pero que gracias a temperaturas más templadas permite una madurez más pausada, conservando aromas y sabores más delicados.