Un poco de Malbec, por favor

El dominio que ha impuesto Argentina con el Malbec en el mundo del vino no tiene contrapeso. Nuestros vecinos la convirtieron en su principal cepa tinta y el trabajo de marketing nos lleva directamente asociar el país con la variedad. Lo más curioso de todo es que el Malbec llegó primero a Chile, introducida por el agrónomo francés Michel Aimé Pouget, a mediados del siglo XIX.

Pouget fue posteriormente contratado por el gobierno argentino para que si hiciera cargo de un importante proyecto agrícola en Mendoza. Fue ahí cuando el Malbec llegó a suelos argentinos, adaptándose muy bien a suelos mendocinos.

En Chile hay actualmente plantadas 2.309 hectáreas de Malbec y desde hace unos tres a cuatro años la cepa empezó hacer más ruido, sobre todo por la apuesta de algunas bodegas por incrementar la diversidad de etiquetas disponibles en el mercado.

La variedad es originaria de Cahors, en el sudoeste de Francia, donde también se le conoce como Côt. En nuestro país, los Malbec que vienen de sectores más frescos como Casablanca, Marchigüe, Alto Maipo y los Andes Limarí, la gran apuesta en el norte de la bodega Tabalí, tienen menos concentración y sobremadurez que muchos de los vinos argentinos.

Roca Madre Malbec de Tabalí es uno de los mejores ejemplos de este nuevo impulso que ha tenido la variedad. Héctor Rojas, viticultor de la bodega ubicada en Limarí y uno de los responsables de que este ensayo se convirtiera en uno de los vinos revelación en 2014, dice que desde la primera vendimia el Malbec sorprendió sobre otras variedades.

“Las grandes altitudes ayudan mucho a la cepa”, afirma Rojas. “Estas ventajas abren nuevas dimensiones para el Malbec en Chile lo que me reafirma el potencial que tenemos para esta y otras variedades”.

En la dirección contraria, en San Rosendo, viejas parras de 140 años de Malbec desafían al valle central con un patrimonio vitivinícola único en Chile, donde pequeños productores le han sacado lustre a la variedad, como las bodegas Clos des Fous y Tinto de Rulo.

Un poco de Malbec, por favor