Tómate un vino de tomate
SU GRADUACIÓN ES DE 18º Y LA TERCERA COSECHA CONTÓ CON UN SECO Y UN SEMI SECO
No hay viñedos en sus tierras, de hecho se plantaron 6.200 matas de tomatito hermoso para la producción de su vino. La receta, fuera de lo común, fue creada por el bisabuelo de Pascal Miché, su creador, y se trata de un gran secreto de familia. Esta rareza además se produce en la región de Charlevoix, Quebec, Canadá.
Pascal es de origen belga y se estableció en Quebec hace algunos años, ahí decidió dejar su carrera para comenzar esta experiencia con el vinito que comenzó su bisabuelo en 1930. Por eso mismo lo bautizó, Omerto, que viene del nombre de su pariente, Omer. Poco original el amigo, pero igual es un nombre fácil de recordar.
¿Cómo se logró llegar al vino de tomate perfecto?
Para llegar al vino, Pascal probó 16 especies de exquisitos tomatotes antes de escoger las seis estrellas que son más resistentes al clima de Quebec: tomates rojos de la variedad sub-ártica, amarillos y los negros Black Cherry. Este compadre, minuciosamente eligió sus tomates y luego utilizó los mismos procesos que se aplican al vino de uva, para obtener esta rareza que aún no tenemos el privilegio de tener acá.
La transformación de este popular fruto de la ensalada, para convertirse en vino, dura unos nueve meses, al cabo de los cuales se obtiene un líquido claro, dorado, con 18% de alcohol. Para ello se emplea el mismo proceso que se utiliza para la uva: los tomates se van al machacado, prensado, licuado y a la maceración.
Para poder bautizar a su bebida como un vino, Miché tuvo que convencer a las autoridades de que el tomate es una fruta. Hizo investigaciones exhaustivas al respecto y encontró referencias sobre los diferentes tipos de tomate que datan del siglo XV.
Sommelier y sus apreciaciones
La sommelier Elen Garon, del restaurante La Ferme en Baie-Saint-Paul, dijo que tiene notas frutales, un lado picante muy presente, y sabor especiado. Además cuenta con un gusto a miel podría ser muy interesante para postres y especias.