Todo sobre el Valle del Maipo
Varias de las más importantes y clásicas bodegas de Chile tienen su base en el Valle del Maipo, de donde provienen los grandes Cabernet Sauvignon del país, muchos de ellos definidos por la influencia de la Cordillera de los Andes y el río Maipo, que desciende desde el mismo cordón montañoso. El más prestigioso valle de nuestro país, tiene, con toda propiedad, un espacio ganado entre los terroir del mundo.
Uno de los grandes desafíos de bodegas y productores es conseguir que sus vinos se identifiquen con el lugar de donde provienen. Ese es el mayor reconocimiento que se puede conseguir, más allá de cualquier trabajo de marketing, ranking o las medallas que entrega un concurso internacional.
La palabra terroir cobra sentido a este nivel, entendiéndose como la combinación de factores naturales (clima, suelo y variedad) que desempeñarán un papel decisivo en la personalidad del vino que se quiera obtener.
El terroir es el que finalmente genera diversidad en los vinos, aquellas botellas particulares que cuando catamos o degustamos nos refieren a un lugar específico. Cada vez se hacen más vinos parecidos, de ahí la importancia de rescatar esos terruños y ponerlos en valor.
No muchos vinos expresan el terruño. Alrededor del mundo las regiones que mejor manifiestan sus aportes son: Borgoña, el Ródano (Hermitage y Côte-Rôtie), el Piamonte (Barolo y Barbaresco) y el Priorat en España. En nuestro país, el Alto Maipo, una zona más cercana a la cordillera dentro del valle del mismo nombre, ha conseguido que el Cabernet Sauvignon se exprese de una manera única.
¿Qué tiene el Valle del Maipo qué lo hace tan distinto del resto de las denominaciones en Chile? Hay dos accidentes geográficos que marcan la diferencia, principalmente en los viñedos que están ubicados hacia el este, cercanos a la precordillera. Uno de ellos es el río Maipo. Las aguas del Maipo aportan elevados niveles de calcio. “Es como un calcáreo líquido”, nos cuenta Héctor Rojas, consultor y viticultor de Viña Tabalí. “Si a eso le sumas, además, suelos de buen drenaje y no tan elevada fertilidad, tienes algo interesante”.
La presencia de la Cordillera de los Andes tiene influencia importante en los viñedos de esta zona, provocando menores temperaturas durante la época de maduración de las uvas. Las brisas frescas que bajan desde los faldeos de la montaña impiden, en algunas variedades, un exceso en la concentración de azúcares en sus racimos.
El resultado son parras bien estructuradas. Cada caso es particular, pero en general los vinos que se producen a partir de estas plantas logran un buen balance, hay equilibrios, siendo el Cabernet Sauvignon la variedad protagonista en estos terrenos. La paleta aromática es bien definida, rica en frutos rojos, mezclados con notas herbáceas, de árboles nativos, con sutiles toques especiados y mentolados, unidos a una estructura tánica firme y acidez tensa.
Los sectores del Maipo
El Valle del Maipo es uno de los relieves más definidos de la geografía chilena, distinguiéndose los cuatro grandes accidentes geográficos del Chile central: la Cordillera de los Andes, la depresión intermedia, la Cordillera de la Costa y las planicies costeras, que se extienden entre el mar y la Cordillera de la Costa.
Sus viñedos suman más de 13 mil hectáreas, 87% de las cuales corresponden a cepas tintas (ver infografía). De sus trece áreas vitivinícolas destacan especialmente Macul, Pirque, Puente Alto, Buin, Isla de Maipo, Talagante y Melipilla.
La mejor forma de entender el valle es de este a oeste o viceversa, partiendo por el ya mencionado Alto Maipo, que son todas las viñas cercanas a la Cordillera de los Andes, donde los suelos están compuestos por sedimentos fluviales, cenizas volcánicas, arcillas y otros materiales. Las terrazas más antiguas de esta zona son las que presentan las mejores características para la producción de Cabernet Sauvignon.
Suelo pobres en nutrientes, con mucha piedra que facilita el drenaje, permiten el crecimiento profundo de raíces. Las plantas crecen con vigor moderado, racimos pequeños y concentrados, las características ideales que dan vida a los grandes tintos chilenos basados en el Cabernet, algunos de ellos de fama mundial.
El Maipo Medio corresponde a Isla de Maipo y Talagante, con suelos bien irrigados y pedregosos, aunque son zonas más cálidas. Los tintos como el Cabernet Sauvignon y el Carmenère son más generosos. Algunas bodegas han apostado por el Syrah y otras variedades no tradicionales con buenos resultados.
Finalmente, el Maipo Costa, donde la influencia viene del mar y no desde las montañas. Es la zona menos plantada, pero que emprende nuevos proyectos y otros ya establecidos que van buscando los mejores ajustes a sus viñedos.