Tiempos de cosecha
Ya hemos hablado en otras columnas del periodo de la vendimia, una de las etapas más importantes durante todo el proceso de elaboración de un vino. Todo parte cuando las uvas se cosechan y entran a la bodega, para su posterior molienda y proceso de fermentación.
A diferencia de las vendimias en el campo, la fiesta de la vendimia es una celebración que se realiza en los distintos valles, una tradición que festeja el inicio de la cosecha y la transformación del jugo de la uva en vino.
Esta comienza en un muestreo de las uvas de los distintos viñedos, confirmando si la madurez está cercana para lograr los niveles de alcohol que se quieren y así programar la cosecha.
Una vez realizada la recolección de los distintos cepajes (cada uno tiene un ciclo distinto y por lo tanto una fecha distinta en el calendario) hay que transportar las uvas hacia la bodega, donde comenzará el proceso de vinificación. Aquí viene un tema de logística, no menor, donde hay que optimizar el espacio, coordinando los tiempos del transporte.
Una vez llegada la uva a la bodega empieza el proceso de molienda, parte integral de la vendimia. Se estima un kilo de uvas aproximadamente para una botella de vino de 750 cc.
Una vez realizada la molienda, vienen las fermentaciones en donde lo más importante son las temperaturas para cada tipo de vino. La idea es conseguir el ambiente más propicio para que las levaduras realicen la fermentación alcohólica. Este control se mide alrededor de 4 a 6 veces por día. En los vinos tintos se realizan los remontajes (mezcla de orujos con jugo/mosto) antes y durante la fermentación.
Terminada la fermentación, el proceso del vino ya concluyó una de las etapas claves en su producción. Es importante que el enólogo o encargado de los vinos degusta día a día el estado de las fermentaciones. Hay muchas cosas que influyen, como por ejemplo la cosecha, el año las cepas, el lugar, la temperatura y el tiempo.
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