The king of Wine (parte I)
Cabernet Sauvignon, el máximo de máximos, el Rey de los Siete Reinos, luchó contra dragones y muertos para que sus súbditos lo eligieran como tal. Este seco les cuenta un poco como ha sido su historia y porque dicen que él es el rey de reyes, aunque su humildad haga que no se sienta como tal.
¡Hola! Me llamo Cabernet Sauvignon, y soy un personaje con un tremendo historial. Gente de todo el mundo se dedica a leer acerca de mí; personas de prensa, escuelas, blogueros, universidades, y famosos del cine también. Al parecer les llama la atención mi carácter. ¡Dicen que soy rey! Honestamente no me considero un especial del grupo de mi familia Vitis Vinífera. Es más, si tuviera que autodefinirme, diría que soy bastante fuerte de genio, musculoso, y con actitud determinada, cuando me lo propongo. Puedo ser mal genio cuando me descorchan sin avisar, y cuando eso sucede, mis consumidores tienden a decantarme por un buen rato, hasta calmar el monstruo que hay en mí. Pero cuando me pillan de buenas, disfrutan conmigo, e incluso me juntan con comida. Me llevo rebien con las carnes rojas a la parrilla, ¡ojalá de esas cocinadas en su grasa, con harto sabor y carácter como yo!
Para vivir y desarrollarme soy bastante flexible, siempre y cuando me cuiden, ya que me adapto bien a diferentes tipos de climas y suelos en muchas partes del planeta. Si bien me gusta crecer en diversos lugares, prefiero zonas más calurosas, así desarrollo buen dulzor y me bronceo bastante. Quedo atractivo y listo para ser cosechado y seleccionado para ser destinado a una botella. Si me buscan, pueden ver que estoy en Estados Unidos, en la región de California, en donde hay una población importante de mi tipo. También me encanta el verano en Valles como Maipo y Rapel en Chile. Los vecinos argentinos si bien les gusta cultivarme en altura, me preparan con pasión; y los Uruguayos han sabido aporvecharme y dar espacio junto a su propia estrella Tannat. Casi todas las bodegas cuentan con mi presencia cada cosecha por esas tierras.
No soy ni gringo no chileno ni peruano, no señores; yo tengo mis raíces al otro lado del Atlántico, en Bordeaux, Francia. Mis padres fueron la impecable Sauvignon Blanc, y fresco Cabernet Franc. Ambas se fusionaron, y dieron paso a mi nacimiento. Tomé sus nombres, y mi fama se propagó rápidamente por el país franco. Bordeaux es una región muy famosa y está llena de viñedos. Los franceses me han cultivado por siglos, y son muy rigurosos con el famoso terroir. Si me quieren encontrar allá, deben visitar el sector de Pauillac, Saint Julien o las comunas vecinas. Desde Francia me lancé al resto del continente, y soy reconocido en España, Portugal, e incluso llegué a revolucionar la producción de vinos italianos en la Toscana. Fui uno de los protagonistas cuando rompieron las reglas de denominación de origen, y di paso a los conocidos Super Toscano. Ahora soy parte de vinos mundialmente conocidos y presentes en los mejores restaurantes; como lo son por ejemplo: Tignanello, Sassicaia y Ornellaia, vinos que hoy pueden costar sobre los $100 dólares. ¿bastante cool no? ¡Ser un revolucionario!
Si no me conoces bien, te invito a que me pruebes. Me puedes encontrar en todos los estilos. Cuando soy joven, y me han puesto en contacto con madera por muy poco tiempo, soy bastante cariñoso, liviano y amable. Búscame como monovarietal, así me puedes entender desde lo básico y simple. También me gusta compartir botella y mezclarme con otras variedades, por ejemplo, me llevo muy bien con Merlot, aunque es más suavecito, y sutil, dicen que lo opuesto se atrae.
(Continuará…)