Rubik
El cubo mágico.
El pasado 24 de Noviembre, un adolescente norteamericano de 14 años, batió el récord mundial de rapidez en armar un cubo Rubik, lográndolo en 4,9 segundos. Lucas Etter llevaba una década participando en competencias de speedcubing, disciplina que busca resolver el rompecabezas del Rubik en el menor tiempo posible. Toda una proeza, considerando que el cubo permite 43.252.003.274.489.856.000 combinaciones de colores posibles.
Tal como muchos de los objetos que han impactado nuestro diario vivir, este célebre juguete fue ideado originalmente con otros fines. Su creador, Ernő Rubik, se desempeñaba como profesor de arquitectura en la Universidad de Budapest. Su obsesión por las formas geométricas tridimensionales y el deseo por hacer más didáctica su cátedra, lo llevaron a desarrollar prototipos que pudieran moverse internamente sin romperse. Fue así como en 1974, mientras caminaba por la rivera del Danubio, se detuvo a observar una pila de piedras que lo inspiraron a crear una figura en la cual cada bloque se desplazaría en torno a un centro redondeado, el cual permitiría el libre movimiento de cada una de sus piezas. De ese modo nació el cubo Rubik, conformado por 26 hexaedros pequeños, coloreados con distintas tonalidades en sus caras.
Inicialmente Ernő no dimensionó el potencial de su invención. Incluso pensó que el puzzle que había desarrollado no tenía solución (demoró más de un mes en armarlo). Sin embargo, la simpleza de su uso, belleza de su diseño, y la complejidad de su resolución, cautivó a niños y adultos. Sumado a su bajo costo, transformaron al Rubik en el juguete más vendido de la historia.