¿Qué es una Denominación de Origen?
El origen es un factor clave en la determinación de la calidad de un vino. En Francia y específicamente en la región de la Borgoña se da uno de los ejemplos más relevantes a nivel mundial, donde el tipo de suelo juega un rol fundamental en el carácter y la identidad de los vinos elaborados por la bodega.
Las Denominaciones de Origen o D.O. se crean para respetar esa procedencia que hace únicos e irrepetibles no solo a los vinos de la Borgoña (uno de los casos más emblemáticos), sino que también a todas las regiones productoras de Europa. En un sentido más amplio, la D.O. es el resultado de la suma de todos los factores pertenecientes al lugar de donde provienen las uvas con que se elabora un vino específico, léase historia, tradición, costumbres, terreno, geografía y clima, entre otros). No es lo mismo producir un vino en cualquier lugar, que hacerlo en “ese lugar”.
En teoría, la D.O. certifica que el vino cumpla con las regulaciones que la ley establece para su producción en el lugar indicado. Al cumplir estas reglas, el vino puede llevar en su etiqueta la D.O. correspondiente, además del nombre de la bodega. Cuando por ejemplo, una persona compra una botella de Barolo (una D.O. italiana) sabe que ese vino está hecho con uvas Nebbiolo, establecido en la normativa Denominazione di Origine Controllata e Garantita (DOCG).
En Chile y en los países productores del Nuevo Mundo, no se usa la legislación de las D.O. porque principalmente se destaca la variedad, por sobre el lugar de origen. Esta tendencia se ha ido revirtiendo poco a poco cuando las viñas y los enólogos han ido reconociendo la importancia de la región o zona específica en la producción de vinos.
En nuestro país es el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) quien regula los valles vitivinícolas y toda la producción. No existe un ente regulatorio que intervenga solo los temas del vino, lo que limita la fiscalización en la industria nacional.
La legislación chilena considera ciertas menciones de calidad para los vinos con denominación de origen, entre las que se cuenta el concepto de Superior, Reserva, Reserva Especial, Reserva Privada y Gran Reserva. Todos los otros nombres, como Premium, por ejemplo, son menciones de fantasía creadas como herramientas de marketing para supuestamente demostrar calidades superiores.
Superior: si es que el vino cumple con características propias de la variedad, distintivas y propias.
Reserva: El concepto aplica para vinos que tienen una graduación alcohólica al menos 0,5° superior al mínimo legal (11,5°) constituyendo un producto de características distintivas y propias, que puede o no haber sido tratado con madera.
Gran Reserva: mención reservada para vinos que tienen una graduación alcohólica de al menos 1 grado superior al mínimo legal, constituyendo un producto de características distintivas y propias y que han sido objeto de tratamiento con madera.
Si no se ha utilizado ninguno de los conceptos anteriores, pueden aplicarse los siguientes.
Clásico: si al menos un 85% de la mezcla total de vino está compuesto por las variedades tradicionales.
Noble: para aquellos vinos que tengan una graduación alcohólica de no menos de 16º y que se hayan obtenido de uvas afectadas por pudrición noble.
Grand Cru: debe usarse junto con la denominación de origen, tratándose de un vino de buena calidad.