¿Qué elijo? Reserva, Gran Reserva… ¡Tú decides!
El mundo los vinos es demasiado amplio y existen varias clasificaciones. Algunos de ellos se diferencian muchas veces por cepa, valle, año y también los podemos diferenciar por “calidades” o “categorías”. Esto en Chile es algo que tenemos muy incierto cuando se trata de vinos. ¿A qué me refiero? A los vinos Reserva o Gran Reserva que podemos ver en las distintas tiendas, supermercados y botillerías.
Esto básicamente proviene de la cultura vitivinícola española de la cual tenemos influencia directa, específicamente de La Rioja, donde tienen distintas categorías como el Crianza, Reserva y el Gran Reserva. Esto tiene diferentes especificaciones que los viñateros y/o productores tienen que cumplir para poder denominar un vino de una u otra categoría y que los caracteriza una de otra, donde las diferencias son bien marcadas.
El tema es que en la práctica básicamente la Ley Chilena no dice mucho, o no diferencia tanto una categoría de la otra. La ley no es muy específica, por ende los consumidores tenemos que guiarnos por el precio de la botella, el prestigio de la bodega, viña, marca, etc. Hoy este tipo de categorías y atributos son más bien características marqueteras más que referirse al vino en sí. Por eso, si quieren que les dé un buen consejo, creo que lo primero que hay que fijarse en un vino, es en el rango de precio.
En el mercado nacional existen muchísimas categorías con un esqueleto o columna vertebral formado a partir de si es Reserva o Gran Reserva, todo es medio confuso porque existen hasta en estas categorías de precio, el llamado “Reserva Plus” o “Reserva Menos”.
Mi recomendación personal es ver el precio y calidad, si no te aparece un Reserva anda en esa misma marca al Gran Reserva y si es que no lo tiene, anda a otro y así sucesivamente… Quizás te sorprendas y te guste un Reserva de una cepa, de una marca, o de una viña y un Gran Reserva de otra. Lo importante es probar y saber qué es lo que te gusta.