Nos vamos al sur

Es un hecho que el calentamiento global in uye de manera directa a la agricultura. Varias cosas pueden desprenderse de este fenómeno; como el gran problema que signi ca la disponibilidad de agua para los cultivos, entre ellos la uva vinífera, que siendo de los frutales más plantados en el país con 135 mil ha, es de los que necesita menos agua en general (también depende el sector y clima, suelo, variedad y rendimiento esperado o aptitud/calidad del mismo viñedo)

Esto provoca que en años como este (temporadas 2019/2020) tengamos dé cit incluso para cultivos como las viñas. Sobre todo en la Zona Central de nuestro país, esta zona Comprende el la D.O. Valle Central (Valle del Maipo, Cachapoal, Colchagua, Curicó y Maule). Algunos más que otros, pero todos con dé cit con respecto a un año normal.

Tampoco hay que ser alarmistas, ya que esta sequía no es muy distinta a la del año 68/69 o las sequías que algunos recordamos en los años noventa que incluso llegamos a racionamiento de agua y electricidad (me re ero a la del 95 y la del 98). Pero si es evidente que las precipitaciones han ido disminuyendo gradualmente durante los años y las temperaturas se han ido incrementando al mismo tiempo.

Esto nos lleva a otro punto interesante, que es que nos hemos ido diversi cando y por ende explorando más y más nuestro país. Esto se evidencia con la constante búsqueda (y plantación) de cepas adecuadas a las distintas situaciones climáticas, a la disponibilidad hídrica, radiación, etc. Es decir, ser cada día más especí cos en nuestra vitivinicultura, haciendo de Chile un país con más vinos, más interesante, más especí co y con muchas más alternativas.

Estás alternativas son tan variadas que hoy con el calentamiento global podríamos decir que nos “fuimos pal sur”. Hoy podemos encontrar más y más proyectos en el Valle de Malleco en la Región de la Araucanía. Otro proyectos en la Región de los Ríos y otros más pequeños y extremos como en Chile Chico.

Para mí esto es un tema importante, pero a la vez es una oportunidad de mejora en sustentabilidad, riego y preservación del medio ambiente, y por otra parte una gran oportunidad de explorar y expandir la viticultura en Chile.

Nos vamos al sur