No cualquier pesto
4 personas • 30 minutos
Ingredientes
- 400 a 500 gr de spaghetti
- 150 gr de kale o col rizada*
- 1 puerro
- 1 diente de ajo
- 50 gr de nueces
- ½ taza de aceite de oliva
- 1 cucharada de aceto balsámico
- 2 puñados de perejil fresco
- ricotta
Preparación
Pica el puerro incluyendo parte del tallo verde. Pica también las hojas de kale, deshaciéndote antes de los tallos.
Pica fino el ajo y la nueces en trocitos chicos. Deja todo a mano.
Calienta un wok a fuego fuerte, con un chorro de aceite de oliva y echa a saltear los puerros con el kale y el ajo.
Agrega unas pizcas de sal y pimienta, y continúa salteando hasta que el kale esté blando y suave, unos 5 a 7 minutos. Apaga el fuego y deja reposar.
Calienta una olla grande con abundante agua y cuando hierva echa a cocer los tallarines.
Por mientras agrega el salteado dentro de una 1-2-3 o procesadora, y echa la mitad de las nueces, el aceite de oliva, el aceto balsámico y las hojas de perejil.
Echa unas pizcas de sal y pimienta y procesa bien, hasta dejar una pasta lo más suave y homogénea posible.
Transfiere el pesto a un bol, agrega el resto de las nueces picadas y mezcla bien.
Cuando la pasta esté lista, estílala bien y luego devuélvela a la olla. Ponla sobre un tostador a fuego bajo para que no pierda calor.
Agrega unas 4 a 5 cucharadas de pesto, incorporando bien con la pasta entre cada una.
Una vez que la pasta esté muy verde, transfiérela a una fuente o sírvela en cada plato. Reparte encima varias cucharaditas de ricotta y sirve inmediatamente.
Lo que te sobre de pesto lo puedes guardar en un frasco y cubrir la superficie con una capa de aceite de oliva, de esta manera dura varias semanas en el refrigerador.