Los enólogos dicen…

En esta oportunidad les preguntamos a nuestros enólogos sobre, ¿cuáles son las cepas más típicas en Chile? y ¿cuál es el posicionamiento de nuestro país con respecto a cepas menos comunes?

 

Matías Cruzat, Enólogo de HelloWine

Matias cruzat (1)

 

En Chile las cepas más típicas son bien conocidas. Por el lado de los tintos tenemos Cabernet Sauvignon, Carmenere y Merlot y por el lado de los blancos está el Sauvignon Blanc y el Chardonnay. 

 

Otras cepas típicas y no muy conocidas, son el País y el Moscatel. Hace mucho tiempo se realizan vinos tintos con País con el objetivo más granelero (que se vende en grandes cantidades) en la zona de Maule al Sur. El Moscatel también da bastante vino para distintos propósitos, como a granel por el sur y base pisco por el norte. Esto con el tiempo ha ido cambiando bastante para ambas cepas, sobre todo del Maule e Itata, donde se les ha reconocido cada día más.

 

Con respecto a otras cepas blancas y tintas, Chile tiene un posicionamiento que ha ido tratando de buscar para poder ir diferenciándose y que ha sido muy difícil lograr. Por ejemplo están los Riesling, muy populares en Europa, asociados más a Alsacia y Alemania, cepas como Pinot Grigio que está asociada más a Italia y por el lado de los tintos tenemos el Zinfandel (Primitivo) que es algo propio de EEUU y los Rosé de la Provence en Francia.

Esto no quiere decir que Chile no tenga mucho que entregar. Nuestro país puede aportar  muchísimo porque muchos de estos vinos y variedades dan excelentes resultados en nuestro Chilito, ya que posee muchísima variedad de climas, suelo, etc.

 

Un ejemplo de esto es el Pinot Noir, una cepa no tan común que ha costado desarrollar y que tenemos en Elqui, Limarí, Leyda, Casablanca, Bio-Bio y Malleco. Esta pareciera ser una cepa no tan “rara”, pero en el extranjero no somos muy conocidos por ella, ya que es mejor posicionada por Borgoña, Nueva Zelanda y algo de Estados Unidos.

 

Felipe Gutiérrez, Enólogo Viña Bisquertt

foto enologo bisquertt

Entre tintos en Chile por lejos el Cabernet Sauvignon, en blancos el Sauvignon Blanc, desde ahí  todos nos hemos familiarizado con el Carmenere, Merlot, Chardonnay, Syrah, Malbec etc. Pero nos falta conocer más, hay una segunda capa muy diversa de variedades no tan masivas que poco a poco despiertan la curiosidad de los cada vez más informados consumidores. No es que la industria lleve un gran expertise en estas variedades, muchas aparecen como “ensayos” o “especialidades” en las viñas o bien parte de mezclas o blends junto a las variedades más comunes, también es normal que las formas de vinificación de estas variedades salgan también de lo común, como lo es el uso de levadura nativa, elaboración de blancos con orujos, crianzas en ánforas de arcilla o concreto etc, pareciera que la oportunidad de hacer algo de nicho, exclusivo o poco conocido tambien empuje a las viñas a presentar estos con etiquetas más llamativas de nuevo apelando a lo “raro”. Lo curioso es que lo raro en Chile es común para otros países productores por ejemplo el Zinfandel es ampliamente plantado en EEUU o el Gewürztraminer que lleva varios siglos de elaboración desde Alsacia.

Todo lo anterior resulta en viñas vendiendo estas rarezas en general a precio alto, asociado a altos costos de producción y a baja escala, esta posición de la industria puede reducir la demanda pero siempre habrá un grupo de personas en busca de cosas nuevas.

 

Los enólogos dicen…