Los defectos más comunes en el vino

Al ser un producto natural, el vino está expuesto durante su proceso de elaboración y guarda a ciertos defectos que lo contaminan y transforman en algunos casos en algo imbebible. Los procesos tecnológicos hacen que cada vez sea más raro encontrar vinos defectuosos y cuando esto ocurre se detecta fácilmente a través de la vista o el olfato.

Vinos acorchados

La contaminación por corcho es uno de los defecto más habituales. ¿Cómo se identifica? El vino huele a papel o cartón mojado. Ese aroma se presenta cuando el vino entre en contacto con un corcho infectado por hongos y no tiene solución. Algunas buenas botellas que hemos guardado celosamente por años, terminan en el lavaplatos porque están acorchadas. No hay nada que hacer contra eso. Mejor olvidar rápidamente.

corchos

Vinos oxidados

Es un contacto excesivo con el oxigeno. En los blancos se manifiesta con vinos apagados, colores pajizos sin reflejos. Los olores son planos y sin atributos. Ojo porque hay algunos productores que someten sus vinos durante algún tiempo a un proceso de oxidación controlado que en el largo plazo le entrega complejidad. Hay algunas variedades que resisten más que otras, como el Chenin Blanc, por ejemplo.

En el caso de los tintos también hay matices poco brillantes. Tienen tonos anaranjados en exceso para su edad. La nariz es muy débil y hay notas a caramelo.

Vinos reducidos

Es la reacción opuesta a la oxidación por la falta de oxígeno. Aunque es beneficiosa, también genera aromas desagradables. Un vino reducido durante su guarda en botella tendrá poca expresión aromática, junto a sabores sucios. Estos suelen eliminarse con la aireación y/o decantación. Se da con más frecuencia en los vinos viejos.

Vinos avinagrados

Defecto de los vinos que son atacados por las bacterias acéticas. Esto sucede cuando hay un tapón defectuoso que permite el ingreso de oxígeno al interior de la botella. Es el error más habitual y produce lo que se denomina como vino “picado”. Hagan el ejercicio y dejen una botella abierta por un par de días. Luego sin moverla la huelen y van a encontrar ese olor hediondo a vinagre. Las bacterias acéticas contaminan las uvas, los mostos y los vinos. Son indeseables en cualquier etapa de la vinificación.

Vinos con sulfuroso

El anhídrido sulfuroso es un componente químico que se aplica en el vino y que tiene funciones antioxidantes y antisépticas. Cuando se usa en exceso o con descuido, el vino toma aromas como al encendido de un fósforo. Se puede mejorar un poco con una decantación. No debería transmitir sabores y alterarlos.

Vinos tánicos

Aunque no es un defecto, algunos vinos jóvenes presentan taninos muy duros y marcados que se sienten ásperos en el paladar, principalmente en la parte de adelante de la boca. También se dice que son vinos astringentes. Los taninos se extraen en el proceso de vinificación. Son compuestos químicos que están en las semillas, los escobajos y las pieles de las uvas. Se van suavizando con el tiempo. Cuando sentimos esa astringencia, es muy probable que el vino tenga características para ser guardado. Evolucionará con el tiempo.

Los defectos más comunes en el vino