Lasaña de Lomo Saltado y Queso Fresco
4 personas • 90 minutos
Restos de carne de la parrilla (300 grs aprox. de lomo vetado por ejemplo)
4 tomates grandes, pelados
2 cebollas morada chicas
1 diente de ajo
¼ taza salsa de soya
1 paquete de queso fresco
1 paquete de lasaña precocida (o puedes hacer tú mismo la pasta)
ají amarillo en pasta (u otro picor)
1 huevo
cilantro fresco
Corta el lomo en tajadas bien delgadas. Pela 4 tomates grandes, córtalos en cuartos, y luego éstos en gajos. Bota la parte babosa con las pepas. Corta 2 cebollas moradas chicas de la misma forma; en gajos, y luego desprende las capas unas de otras.
En una olla o wok con una buena capa de aceite caliente, echa la cebolla y un diente de ajo picado. Dora por unos segundos y luego echa la carne. Baja el fuego y revuelve por unos segundos. Echa 1/4 taza de salsa de soya y agrega los tomates. Cuece por 1 minuto, apaga el fuego y deja de reposar.
Ralla un paquete entero de queso fresco. Prende el horno a temperatura alta.
En varias tandas, cuece en agua hirviendo por 1 minuto, las hojas de lasaña, sumergiéndolas y luego sacándolas del agua, para dejarlas en un bowl con agua fría y un poco de aceite. Esto sólo aplica si la vas a hacer en pailas individuales; la idea es ablandarlas para que no se quiebren con la curvatura del fondo.
En el mesón ten a mano las pailas (o fuente), las hojas de lasaña flotantes, el wok con la carne y el queso fresco rallado. Primero, con un cucharón echa un poco del caldo que hay en el wok en cada paila. Luego una hoja de lasaña, encima un poco de la mezcla de carne, tomate y cebolla (que sea pareja) y tapa con otra capa de lasaña. Como la masa son rectangulares y las pailas redondas, te conviene cortarlas por la mitad para tener mayor flexibilidad al cubrir las capas.
Repite y esta vez sobre el queso echa un poco de pasta de ají amarillo o cualquier picor que tengas.
Si te queda más carne (la cantidad de capas puede variar, pero que no sean menos de 2) anda por una más. La cosa es que la de arriba sea solo masa y queso. Reparte encima el caldo que quede en el wok. Una buena lasaña nunca puede quedar seca.
En un pocillo bate un huevo y con un pincel o cucharita, pinta la superficie de masa y queso fresco.
Hornea por 30 minutos aprox a temperatura media-alta, siempre mirando y ajustando la temperatura si la superficie de dora muy luego.
Ten listo un buen montón de cilantro fresco picado para echar encima de cada paila. No te apures en servir, ya que la greda mantiene la lasaña caliente por varios minutos.