La cerveza a temperatura ideal es un amor a primer sorbo

¿Alguien podría imaginarse beber un vaso de cerveza que no esté helado? Para nosotros en la actualidad este factor es indispensable para poder deleitar este brebaje, pero hace miles de años no era tan así. En la antigüedad obviamente no existía la tecnología para mantener los líquidos y comidas refrigeradas, por ende, eran muy perecibles y tenían que consumirse de inmediato. Con el tiempo se fueron inventando diversas técnicas para mantener ciertos productos comestibles, como el curado con sal, mantener en vinagre, deshidratar, ahumar, hasta los griegos agregan acículas de pino para que el vino durará más sin avinagrarse.

No tan solo viendo el efecto del frío como preservante de estos productos, también notaron que cambiaba el aroma y sabor. Griegos y romanos empezaron a guardar productos en cavas o cuevas para mantener las temperaturas más bajas. Incluso tenían diversas copas especiales para enfriar los líquidos con agua o hielo. Obviamente el hielo era un lujo que pocos podían acceder por geografía principalmente y dinero. Todo cambió cuando Von Linde creó la primera máquina para crear hielo en el siglo XIX. ¿Adivinen para quién fue construido? Spaten, cervecería alemana que sigue vigente en la actualidad (que seria de este mundo sin la cerveza?). La cual tenía el problema de la mayoría de las cervecerías de que solo podían hacer cervezas lager en temporadas frías, lo que limitaba su producción. 

Con este invento, se pudo producir cerveza durante todo el año y no solo eso si no mantenerla fresca durante más tiempo y además llevó a poder servirla más fría a los consumidores. Otros lugares más cálidos tuvieron la posibilidad de producir cerveza y con esto aumentó la expansión de la Pilsen por el mundo. Ya a principios del siglo XX, se fue masificando la tecnología y con esto la costumbre de consumir la cerveza a la temperatura que se mantenía mejor las botellas y barriles o sea a 5-10°C.  que era lo que la tecnología permitía.

Con el pasar del tiempo, la masificación de la refrigeración y el marketing. La temperatura de servicio fue bajando acercándose al  rango de 1-5 °C, que es el rango de  un refrigerador de cada. Como ya lo hemos comentado antes, temperaturas más frías bajan la cinética de las moléculas aromáticas, por lo que se liberan menos aromas y sabores al beberlas. Salvo en  el caso de cervezas más neutras en sabor, como las Lager industriales, el rango más bajo no las afecta mucho, por lo que se pueden beber más cercanas a los 0°C. Obviamente aquí no esperen descubrir una gran cantidad de aromas y sabores, lo importante es refrescar del calor.  

Las demás cervezas es ideal degustarlas desde los 4°C hacia arriba dependiendo de su complejidad aromática y graduación alcohólica. Partiendo por las Pilseners, Cream y Blonde Ales entre 4-6°C, pasando por  IPAs, Porter y Stout entre 6-9 °C. Llegando hasta los 12 grados en cervezas tipo Imperial Stout, Quadrupel y barley wines. En algunos lugares de Inglaterra todavía se sirven las cervezas en pequeños barriles llamados cask, los que se guardan en bodegas bajo tierra y son servidas en forma de schop a temperaturas de 9- 12 °C como era hace un siglo.

¿Cómo llegar a las temperaturas ideales de servicio? La idea no es estar con un termómetro midiendo cada sorbo. Una buena referencia es el refrigerador, que mantiene los productos a 4 grados Celsius aprox. Para esto las cervezas deben estar por lo menos unas 6 horas, dependiendo del refrigerador, para que llegue a la temperatura indicada. En el congelador tardaría entre unos 30-40 minutos para llegar a la misma temperatura y entre unos 5-10 minutos extras para llegar al rango de 2-3 °C de una lager industrial. Ojo con pasarse del tiempo ya que la cerveza se congela al tener poco alcohol, con la posibilidad que latas y botellas exploten.

Tienen que recordar que al sacar las cervezas y servirlas la temperatura subirá uno o dos grados por el calor del ambiente y de la mano en el vaso.  Así cada 2-3 minutos pueden notar como va variando  la temperatura y con esto como cambian los aromas y sabores de la cerveza. Durante el invierno varias cervezas más fuertes prácticamente no es necesaria refrigerarlas ya que solas llegan a los 10-12 grados. Así como en verano con 40 grados, hay que beber la cerveza rápidamente antes de que se caliente. O bueno esa es la excusa que inventamos los cerveceros!

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La cerveza a temperatura ideal es un amor a primer sorbo