La “picada” del Francis

Fuimos a este lugar hace mucho tiempo, pero nos costó poner en palabras la experiencia que vivimos – lo que nos acordamos entre tanto vino – en Fuegos de Apalta de Francis Mallmann.

A nosotros por lo general nos queda un poco grande toda la onda del vino y no nos trastorna tanto, pero este lugar nos cambió un poco la opinión.

Queda metido entre medio de las parras de la viña Montes, algo que te provoca mucha “paz” (pero cuando llega la cuenta esta sensación es todo lo contrario), más encima nos dejaron sentarnos en una pasarela que se mete entre medio de los viñedos.

Después de una discusión de grupo quedamos en pedir un vino caro al principio y después los más baratos de la carta porque uno ya después de varias copas está más cufifo y empieza a no distinguir un Montes de un tarro con agua de calcetín. El que elegimos fue el mejor vino que hemos probado en siglos (llevamos mucho tiempo tomando): Purple Angel, ojalá podamos encontrarnos con él de nuevo.

Sobre la comida, puros 10 (las carnes y las verduras las hacen en esa parrilla que parece jaula de pájaros) 

Un resumen de todo lo que engullimos:

Mollejas ($8.500) que son un manjar, lomo liso con coliflor quemado y papitas dominó (maravillosas), también comimos queso con pizza, era mucho queso increíble con masa suave, hecha en horno de barro. El pulpo con mayonesa de palta es tan perfecto que se te quita un poquito la culpa de estar comiendo pulpo, animales más inteligentes que muchas personas que conocemos. La entraña con verduras, era mantequilla pura, pancitos con choritos y mayonesa; un lujo, y las croquetas de rabo con mayonesa de pimentón; una maravilla.

 

Ya, obviamente lo que todos se imaginaron mientras leían esto es verdad, este lugar es caro caro, pero si tienen la suerte gigantesca de poder darse estos lujos, lo recomendamos, porque uno sale con la billetera vacía pero muy feliz.

Viva el vino, la comida y nuestro precioso país, Viña Montes, Santa Cruz, Chile.

La “picada” del Francis