Infografía: ¿qué es un vino fortificado?

Quien prueba por primera vez un Oporto o un Jerez, no queda indiferente a sus aromas y sabores. Son vinos únicos y legendarios. Pero, ¿de qué se trata esto de fortificar y por qué se les llama así?

Los vinos fortificados  son aquellos a los cuales se les aumenta la graduación alcohólica añadiéndole una proporción de alcohol destilado. Por ejemplo en un Jerez fino o Manzanilla, que parten básicamente de vinos blancos secos de una graduación aproximada de 10 a 12 grados, se los “fortifican” subiendo el alcohol a 15 grados.

En el caso del vino de Oporto, la adición del alcohol vínico tiene lugar antes de que el vino haya completado su fermentación. Esto significa que el vino conserva parte del dulzor natural de la uva y esto lo hace intenso, redondo y sedoso en la boca.

Muchos vinos fortificados son mezclas de varias uvas y cosechas. Estilísticamente son similares en sus clasificaciones, ya sea como fortificado seco o dulce.

Los Oporto se originan en las escarpadas laderas de viñedos que miran el río Douro, en Portugal, auténticas leyendas del vino que mezclan equilibradamente dulzor y acidez. En cambio los vinos de Jerez, se producen en el extremo suroeste de la comunidad de Andalucía, en España, frente al océano Atlántico, un factor clave en la aparición de la “flor” en los vinos, un proceso que enriquece los aromas y que se produce espontáneamente en muy pocos lugares del mundo.

En las siguientes infografías podrás ver en detalle los tipos de Oporto y Jerez que se encuentran el mercado, una manera más práctica de poder entender las etiquetas y el origen de cada uno de ellos.

fortificado

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