Habas frescas al horno

Para llevar a los malones varios de estos días de fiesta. Guisadas con zapallo italiano, hinojo y albahaca, con crumble de pan de ajo y crema ácida

8 personas • 1 hora

  • 1 kilo de habas frescas, cocidas y peladas
  • 2 zapallos italianos (aka calabacines)
  • 2 cucharadas de harina
  • 1 cebolla
  • 1 hinojo
  • 2 puñados de hojas de albahaca fresca
  • ½ litro de caldo de pollo o verduras
  • 1 marraqueta
  • sal de ajo
  • orégano
  • 1 paquete de crema ácida
  • cilantro fresco

Lo ideal es que las habas queden cocidas al dente, para que no se deshagan, unos 7 a 10 minutos. Inmediatamente después de escurrirlas, déjalas enfriar en un bol con agua y hielo.

Pica finos la cebolla y el hinojo.

Corta el zapallo italiano en cubitos chicos y ponlos en un bol grande. Agrega la harina y mezcla bien usando tus manos.

Prende el horno y déjalo calentar a temperatura alta.

Calienta un wok o una olla grande a fuego fuerte. Echa un buen chorro de aceite de oliva y agrega la cebolla con el hinojo. Echa unas pizcas de sal y pimienta, y saltea por unos 3 a 5 minutos.

Luego agrega el zapallo italiano, incorpora bien y deja dorar un par de minutos más. Ahí echa el caldo y revuelve. Una vez que hierva baja el fuego y deja hervir con suavidad hasta que la mezcla se haya reducido más o menos a la mitad y esté un poco más espesa.

Apaga el fuego y pasa la mezcla por el cedazo: pon un colador grande sobre un bol y echa todo lo del wok dentro de él. Con una cuchara de palo aprieta y raspa la superficie interior del colador. Hazlo hasta que ya no caiga ninguna gota por el otro lado. Descarta lo que quede dentro.

Echa las habas listas dentro del bol e incorpóralas con el guiso, moviendo la cuchara de palo con movimientos envolventes, de modo de no triturarlas.

Traspasa todo a una fuente para horno.

Abre la marraqueta y mete los trozos por unos minutos al horno. Revísalos seguido: la idea es que se endurezcan y se sequen, pero que no se alcancen a tostar. Sácalos y déjalos enfriar sobre una tabla.

Luego rompe los trozos duros en migas. Ponlas en un bol, agrega unos buenos chorros de aceite de oliva y varias pizcas de sal de ajo y de orégano. Incorpora bien hasta que las migas queden mojadas de aceite (echa un poco más de ser necesario).

Repártelas sobre el guiso y mete la fuente al horno. Hornea por 15 a 20 minutos, o hasta que el crumble esté dorado.

Si lo llevas al malón, mejor que lleves las migas y la fuente con el guiso por separado y le pegues la horneada allá mismo.

Una vez fuera del horno reparte unos cucharones de crema ácida y unas hojas de cilantro fresco.

 

Habas frescas al horno