En tiempos de cuarentena, una pizza no viene nada de mal

Personalmente no tengo ninguna religión de preferencia. Me crié en un colegio católico pero nunca me sentí parte de esa religión, ni de otras en verdad. Pero todo cambió cuando tenía como 14 años y un superhéroe tocó mi puerta y dijo: ¡Hola, delivery de Pizza!

Desde ese día mi religión es la pizza, porque sinceramente creo que es una de las mejores comidas del planeta y PUNTO FINAL.

Pizzas hay de todos tipos y tamaños, pero una llegó a cautivar mi corazón hace un par de años: Little Caesars.

¿Por qué? Tengo algunas razones para compartirles, y es que su visión del mercado es que todos puedan acceder a una pizza de calidad por un muy bajo precio, por lo que hace que sea la pizza perfecta para todos.

Partamos porque tienen una acotada carta de preparaciones, lo que hace del momento de la elección algo mucho más rápido y fácil, seguido de que su sistema de Hot-N-Ready es hermoso, ya que si quieres una pepperoni, tan solo la pagas y te la llevas. ¡Sin esperar!

Lo bueno, es que en medio de esta pandemia que estamos viviendo, la gente de Little Caesars ha hecho el esfuerzo de seguir entregando pizzas, y no solo a sus fieles consumidores, sino que también ha hecho un aporte a los trabajadores de la salud y colaboradores de la primera línea,  que hoy en día son quienes llevan la capa de superhéroes, donando un millón de pizzas. 

 

Instagram: @littlecaesarschile 

 

 

En tiempos de cuarentena, una pizza no viene nada de mal