El Universo de la maceración, mundos que descubrir (primera parte)
En Chile y el mundo, usualmente conocemos dos tipos genéricos de vinos; tinto y blanco. De estas características, hace ya casi 40 años, empezamos a diferenciar los blancos en distintas variedades, que hoy conocemos como Sauvignon Blanc y Chardonnay. Además, por el lado de los tintos, también se logró separar entre Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Syrah, Carmenere, Merlot, etc.
Pasado esto, y tampoco hace tanto tiempo, se logró catalogar una gran cantidad de vinos a partir de las diferentes localidades de las cepas como, por ejemplo, recordemos geografía del colegio, sectores costeros, andinos, depresiones intermedias, etc. Y así se fueron agregando nuevas cualidades y características de este brebaje, para seguir catalogando, como por ejemplo el Terroir, que podría ser granítico, volcánico, aluvial, coluvial, con más arcilla, limo o arena, pedrogoso, etc. Puedo seguir eternamente, pero todas estas variables hacen de este tema, algo complejo e incluso poco abordable porque es casi infinito.
Otra de las cosas que en esta revista no habíamos ahondado mucho, son las técnicas de vinificación, que es algo que al menos a los Enólogos describen como las primeras “materias” o talleres que aprendemos. En esta vinificación está la maceración carbónica que se traduce en blanco como tinto (famosos Vinos Naranjos), tinto como blanco (Rosé clásico de la Provance o los “Roses” pálidos color tela de cebolla o Blush que están muy de moda), y todas sus variaciones…
Como hoy existen todas estas técnicas, estamos más que nunca investigando y atreviéndonos a crear vinos no tan de “libro” con algunas variaciones en nuestros procedimientos, para así poder agregar un valor o complejidad diferente a los mostos que vinificamos con tanto cuidado en las vendimias… (continuará)