¿De qué sirven los puntajes que reciben los vinos?

¿Por qué se puntúan los vinos? ¿Sirven de algo las medallas que obtienen las viñas y sus productos? ¿Qué significa que una bodega sea elegida la mejor del nuevo mundo? Los reconocimientos en la industria del vino son interminables. Todos los años se ven nuevos concursos y premios que al final tienden a confundir más al consumidor, ese momento único de la compra de una botella, frente a una góndola de supermercado o tienda especializada.

Todo comenzó a mediados de los años 70, cuando el famoso crítico de vinos estadounidense, Robert Parker, institucionalizó la escala de 100 puntos para calificar a los vinos (así fue como nació la guía independiente para el consumidor The Wine Advocate), ya que según él era la forma más práctica de comunicarse con el consumidor final. En ese mismo momento se generó la controversia, ya que para otros el vino no se puede reducir solo a números, porque hay pasión en su elaboración, gustos, historias y otros elementos que le dan “alma” a una botella.

El sistema Parker se estableció de la siguiente manera, para que el público pueda entender a que corresponde cada puntuación:

96-100 EXCEPCIONAL, es un vino extraordinario que casi ronda la perfección.

90-95 EXCELENTE, es un vino sobresaliente, con complejidad y carácter.

80-89 DE BUENO A MUY BUENO, vino que está por encima del promedio.

70-79 BUENO, vino promedio con poca distinción.

60-69 INFERIOR A LA MEDIA

50-59 INACEPTABLE

Siguen este sistema: The Wine Advocate, La Guía Peñin, CellarTracker, Gilbert&Gaillard, Wine Enthusiast Magazine, Wine & Spirits Magazine, Wine Spectator la Guía Descorchados y los escritores especializados James Suckling o Stephen Tanzer, entro otros.

La verdad es que la escala de cien puntos es, en realidad, una escala de diez: entre los 90 y los 100. Todo lo que esté por debajo de eso, comercialmente no tiene impacto.  Tener menos de 80 puntos con un vino es el desprestigio. Mejor ni contarlo.

Los mayores puntajes y reconocimientos de los vinos chilenos

Hay dos hitos importantes a nivel internacional que han reconocido a vinos chilenos y en la última Guía Descorchados 2016, el periodista Patricio Tapia otorgó 98 puntos a Silencio 2011, el Cabernet Sauvignon de la viña Cono Sur, el máximo que hasta ahora se le ha entregado a un vino en Chile. Las bodegas utilizan estos puntajes como herramientas de marketing, potencian sus ventas y sobresalen frente a miles de etiquetas que existen actualmente en el mercado.

Si durante muchos años los vinos chilenos no sobrepasaban los 89 o 90 puntos, el gran salto lo dio el 2008 la cosecha 2005 de Clos Apalta, el ultra premium de la bodega Lapostolle, logrando el primer lugar del ranking anual de los mejores vinos del mundo para la revista Wine Spectator, una de las más poderosas e influyentes del planeta. La clasificación se realiza desde 1988 y en aquella oportunidad se cataron más de 19.000 botellas.

En julio del año pasado, la Viña Errázuriz recibía una de las mejores noticias: Seña, uno de sus íconos, lograba 99 puntos, convirtiéndose en el puntaje más alto en la historia del vino chileno. El reconocimiento fue otorgado por James Suckling, el crítico de vinos más influyente del mundo, según la revista Forbes.

Otra del 2015. Wine & Spirits, la revista especializada estadounidense, eligió a De Martino entre el selecto grupo de las cien mejores viñas del mundo. La nominación se realizó en base a los vinos que obtuvieron los mejores puntajes durante el año y la apreciación personal de los expertos.

Al final, los puntos se van a seguir repartiendo. Lo importante, más allá de los reconocimientos y las recomendaciones, es el gusto personal. En HelloWine creemos que tener una opinión propia sobre los vinos es lo más importante.

 

¿De qué sirven los puntajes que reciben los vinos?