Hace mucho tiempo que no volvíamos al Bravo 951 pero vi una foto que me apareció en Instagram que logró hacerme babear al instante. Así que junté a algunos comensales, reservé una mesa en la increíble terraza que tiene este local y partimos a servirlos.

Íbamos a tomar originalmente pero cuando vimos la carta del bravo 951 tuvimos que pedirnos algunas delicias.

Primero que nada, nos pedimos al tiro una botella de Rosé, fui con una amiga que no toma otra cosa y como yo tomo de todo, la apaño y creo que me está gustando mucho. Es la combinación perfecta del mundo tinto y blanco, es de sabor suave y celestial, como tomar agüita de femineidad y unicornios, estupendo. Además creo que funciona bien con cualquier comida, también uno lo puede tomar a cualquier hora y se ve elegante.

Bueno, pedimos el tártaro de carne que estaba estupendo y venía con un pancito rico tostado. Aunque fue una gran experiencia, el pulpo for the shell of my mother que estaba bueno.

Era blando pero crujiente, suave pero con carácter, estúpido y sensual. Lo de estúpido es mentira porque los pobres pulpos son muy inteligentes, como los perros, incluso más, pero por qué son tan ricos? Perdonen. Por favor perdonen.

El pulpo es parte de la carta nueva, que es bien cara, pero rico todo. Este plato era contundente y costaba $14.000 aproximadamente. Creo que es un precio bajo para estar comiendo seres tan dotados