Come Together, las cepas juntas saben mejor.
Imaginen una variedad de uva convertida en vino. Ella se expresa sola, y entrega todas las cualidades que la caracterizan. Por separado, ella sabe bien, huele bien y se ve bien. Pero, ¿qué pasa si esa uva se empareja con otra? La nueva uva tendría otras características aromáticas, sabores, colores, y con una alta calidad también, ¿juntas quedarían mejor cierto? Ahora agreguen un tercer integrante, tan espectacular como los dos primeros y además se puede unir una cuarta uva. El resultado, sería algo así como crear a The Beatles, excelentes músicos por sí solos, pero superestrellas en una banda, tocando juntos.
Un ensamblaje de vino es una mezcla de dos o más variedades de uvas que pueden ser blancas o tintas, de un solo valle o varios y todo esto en un solo vino. El mundo de los ensamblajes es prácticamente infinito y todo partió hace varias décadas atrás en el viejo continente, Europa.
La idea es que las uvas se potencien entre ellas, creando oportunidades inconmensurables de metamorfosis de aromas y sabores en el vino.
El reino de los ensamblajes Across the Universe…
Hoy los mayores exponentes de ensamblajes son vinos provenientes de Francia, de regiones reconocidas a nivel mundial como, Bordeaux o como diríamos en Chile “Burdeos”. En estos lugares, la mayoría de los vinos son mezclas de uvas tintas primordialmente, y que tienen en su mayor concentración Merlot, o Cabernet Sauvignon, dependiendo del lugar de donde provenga el vino. Otra región, más rebelde es Rhone o Ródano, ubicado en el sur de Francia, en donde la zona Chateauneuf du Pape, es el mayor exponente de ensamblajes. Aquí se pueden llegar a mezclar hasta 13 variedades de uvas diferentes; tintas y blancas se encuentran como un todo al final en la copa del bebedor. El clásico Champagne también tiene como base, la mezcla de hasta 3 variedades de uvas permitidas según lo dicta la apelación.
¿Paul McCartney habrá creado la melodía de la canción Hey Jude antes de escribir la letra o al final? Eso mismo se preguntan con los ensamblajes ¿cierto?
Se elabora el vino por separado (cada cepa/variedad se hace individualmente) y una vez que el vino está listo – ya sea con o sin paso por una barrica de madera – el enólogo determina las cepas/variedades de uvas a utilizar. No existe una receta predeterminada, sino que el enólogo va probando las diferentes mezclas, y determina los porcentajes de cada uva participante en el momento. ¡Es una instancia de mucha degustación! O como dicen por ahí, “Echando a perder se aprende”.
En el fondo, es el enólogo quien decide todo. De acuerdo a la calidad de la uva en una vendimia, decide qué uvas serán destinadas para el vino ícono de la viña (el más caro), cuáles serán monovarietales (vinos hechos de una sola uva), y cuáles funcionarán mejor como ensamblaje. Cabe mencionar que en Chile, la mayoría de los vinos íconos de las bodegas, son ensamblajes. Y por lo general se utilizan cepas como el Cabernet Sauvignon, Carmenere, Merlot y Petit verdot, (entre otras).