Croquetas de pernil. Se me hace agua la boca con solo recordar tal maravilla de Casa Alma, porque doy fe que las preparan con la carne del chancho que se desprende de su hueso, imposible más blanda, jugosa y sabrosa.

El lugar es la segunda casa de Rolando Ortega (Salvador Cocina y Café) junto a un par de franceses que tuvieron la idea de hacer de este espacio uno interactivo con talleres, bar y restaurante. El responsable de lo último es obviamente “Rolo”, quien ya es para muchos uno de los grandes exploradores de la cocina chilena.

Parte de su gran trabajo está en encontrar el mejor producto: sus carnes vienen del sur, los pollos alimentados solo con granos, las verduras son frescas y muchas de las recetas son del día, lo que hace de este lugar uno ideal.

El ambiente es tranquilo y cómodo, la atención es cercana y amable y lo demás es disfrutar. Los vinos naturales acompañan la carta a la perfección y sus cócteles están invitando a quedarse y aprovechar esa terraza. Compruébenlo, y en lo posible con el tártaro de carne con mostaza artesanal, manzanas encurtidas y yema de huevo de campo.

Antonia López de Bello 191, Bellavista

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