Qué es mejor: ¿Lata o botella?
El formato no importa
La cerveza ha sufrido diversos cambios a lo largo de la historia. No solo a nivel de sus ingredientes que han cambiado dependiendo de la disponibilidad, tecnología y legislaciones, formando los cientos de estilos de cerveza que hoy conocemos. Además de estos cambios, también ha ido modificando su forma de consumo.
En la antigüedad se bebía directamente en las cervecerías por la fragilidad de la vida de la cerveza, su fácil oxidación, descarbonatación, contaminación, etc. Por lo que nunca han viajado muy lejos del lugar de fabricación. En Mesopotamia se bebía directamente de las ánforas de fermentación con bombillas, luego en la edad media directamente de barriles de guarda en un formato más parecido a lo que hoy conocemos como schop o draft en inglés. Un sistema que se fue sofisticando en Inglaterra con las Ale house o pubs.
Las botellas no fueron muy populares como forma de consumo, se hicieron varios intentos por embotellar cerveza en la antigüedad, pero siempre tuvieron problemas de contaminación, mantener la carbonatación, que no exploten, etc. No fue hasta el siglo XVI que se empezaron a sofisticar las botellas y su envasado. Aun así, los consumidores todavía preferían tomar las cervezas en los bares y estos envases quedaron para la exportación. Con la llegada del siglo XIX y la revolución industrial, se empezó a masificar su producción y la cerveza embotellada comenzó a llegar a los hogares de diversos lugares del mundo.
Colores en las botellas
Los colores de las botellas también han sido tema en el consumo. Las botellas transparentes dejan pasar los rayos UV, modificando moléculas del lúpulo y formando un aroma particular que a muchos le recuerdan a un zorrillo o skunk en inglés. Las botellas verdes, en cambio, dejan pasar menos rayos UV por lo que este efecto es menor, y las botellas de color café o ámbar son las que menos rayos dejan pasar y provocan menos de este efecto a lo largo del tiempo, por esto mismo son las que más se han popularizado. Hoy en día hay extractos de lúpulos que no tienen esta molécula y permiten el uso de botellas transparentes y también existen recubrimientos para bajar este efecto. Muchas marcas siguen con botellas verdes o transparentes ya que este sabor, en menor medida, es parte de su tradición y a la gente le sigue gustando.
Este cambio en el aroma de la cerveza también sucede al servirla en vaso, ¡Así que eviten exponerla directamente al sol y tómensela rápido antes que se caliente!
La lata como envase para la cerveza aparece tarde en la historia, en 1935, cuando la cervecería Krueger en USA empieza a probar este formato. Estas, no se popularizaron hasta los 70’ luego de diversos cambios, como el paso al aluminio, que lo hizo más atractivo. De todas formas, siempre el público las miró con recelo por la larga tradición de la cerveza en botella y por el mito del sabor metálico impregnado por la lata. Mito que es falso, ya que las latas están cubiertas por un plástico que protege el contenido del contacto con el aluminio, por lo que es más sugestión que nada, al beberlas directo desde la lata. De todas maneras, como recomendamos siempre, mejor traspasarla a un vaso para sentir mejor sus aromas y sabores.
Durante los últimos años las latas se han popularizado por diversos motivos. El primero es que protege 100% de los rayos UV como vimos anteriormente, lo segundo es su bajo peso como envase, esto permite reducir los costos de transporte y así su huella de carbono. También nos ayuda a tener menos peso cuando llevamos cerveza a paseos y asados jajajajaja. Tercero, las latas de aluminio se reciclan más que las botellas, por lo que están hechas de mayor porcentaje de material reciclado.
Finalmente, un tema más superficial pero no menor. Las latas permiten poner diseños casi en la totalidad de su cuerpo, y eso permite mayor cantidad de diseños llamativos y distintos, convirtiéndose casi en obras de arte!
Ya sea en lata o botella, lo importante es cuidar la cerveza del sol, calor y tiempo. Así que siempre mantengan sus cervezas refrigeradas y ¡bébanlas lo antes posible!
Salú Cervecero!