Después del Sauvignon Blanc, el Chardonnay es la segunda variedad blanca que más se produce en Chile. Tiene una excelente adaptación a los suelos y climas de nuestro país, consiguiendo vinos de calidad desde el Valle del Limarí, hasta el Malleco, en la región de la Araucanía.

Durante muchos años los Chardonnay chilenos se asociaban a blancos pesados en boca y con notas mantequilla, producto del uso extensivo de las barricas. Silenciosamente y de la mano de pequeños productores (algunos medianos también) el Chardonnay comienza a reencantar y se ha transformado en algo más que una alternativa. Aquí te proponemos algunos para que puedas comenzar un aperitivo invernal.

Pandolfi Price

Larkün

Valle del Itata 2015

Pandolfi Price tiene este segundo vino, Larkün, que empieza con una nota de pólvora en la nariz, sin madera que pudiera molestar. El Chardonnay expresándose con toda libertad.

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Garcés Silva

Amayna

Valle de San Antonio 2014

Intenso, elegante y mineral. En boca es graso y con gran estructura. Tiene una guarda en barricas que le aporta complejidad.

Chocalán

Origen

Valle de San Antonio 2015

Blanco muy fresco, frutal y salino, bien estructurado y untuoso. Elegante, delicado y de largo final. La cosecha 2016 fue elegido como uno de los mejores vinos de la variedad en el mundo.

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Bodegas RE

Chardonnoir

Valle de Casablanca 2012

Un vino de un gran perfil aromático, con notas a flores blancas y cítricos como el pomelo. El concepto de la bodega casablanquina se basa en mezclar dos variedades en cada vino: Chardonnay y Pinot Noir en este caso.

Leyda

Single Vineyard

Valle Leyda 2014

Un Chardonnay salino, con leves notas de frutas blancas y suaves tostados por la guarda en barricas. Redondo y largo en boca.

Aresti

Bellavista

Valle de Casablanca 2015

 Toda la línea de Aresti que se llamada Special Release, ahora se reconoce con el nombre de Bellavista. Este Chardonnay es simple en sabores, ideal para acompañar una pizza con mozzarella.

De Martino

Legado

Valle del Limarí 2015

El clima fresco en el Limarí influye para que este vino logre un buen balance. Los suelos calcáreos aportan algunas notas a mineralidad.

Villard

Le Chardonnay

Valle de Casablanca 2016

Tiene buen volumen en boca. Se siente graso, con notas a barrica, avellanas y nueces tostadas, que se van mezclando con frutas blancas. Redondo y con buen final.