Sparkling Melvin

El Melvin o melón con vino ya es un clásico veraniego. Basta nombrarlo para que la boca nos empiece a salivar. Refrescante a más no poder. La versión 2.0 ahora es con espumante. ¿Cómo es eso? Al mismo melón tuna trozado se le agrega azúcar flor, espumante y cáscara de limón.

Trozar el melón en cuadrados y cubrir 1/3 de un jarro de vidrio. Agregar azúcar a gusto y comenzar el macerado. Una vez macerado, agregamos el vino espumante, la cáscara de limón, hielo, un par de bombillas y listo para tomar.

 

Borgoña y Clery

Dulces y refrescantes. Aperitivo para la terraza. Se bebe tan fácil que es muy probable que luego de un par de horas de estar bebiendo, se pierda el equilibrio  y las risas sean aún más relajadas.

El Borgoña se prepara con vino tinto y frutillas maduras, además de un poco de azúcar. El Clery en cambio lleva vino blanco. Se dice que su origen está en Talca y el nombre se debe a que las frutillas venían frescas del otro lado del río Claro.

 

Terremoto

Se bebe en grandes cantidades para las fiestas patrias, pero sus fieles seguidores no dejan de beberlo durante el resto del año, ni menos en el verano.

El terremoto es una mezcla de pipeño blanco, ojalá proveniente de viejas parras de los valles del sur, donde por 300 años lo llevan haciendo, helado de piña al agua, bien cremoso para que cuando se mezcle por completo con el vino no forme grumos y lo deje consistente. De ahí a que le pongan aguardiente, es cosa de cada uno.

En La Piojera, el popular bar del centro de Santiago, crearon el Terremoto con réplica y para los más osados un Tsunami. ¿Se lo imaginan?.

Chardonnay Sour

Preferido principalmente por las mujeres. Según ellas engorda menos, porque lleva vino y no destilado. ¿Qué es lo que lleva? Una medida de jugo de limón; otra medida de jarabe de goma para endulzar (que puede ser reemplazado por azúcar flor) y tres medidas de Chardonnay. La recomendación es que sea un Chardonnay de los más simples, sin tanta madera, para rescatar sus aromas y sabores más frutosos.

 

Calimocho o Jote

Simple: vino tinto con coca cola. En España se conoce como Kalimotxo. Hay muchas historias sobre su origen y otras donde anónimos quieren adjudicarse su invención. Nada está claro, pero sí que es popular. Una mezcla poco convencional, donde seguramente la idea era hacer rendir el poco alcohol con que se contaba.